A través del cristal

  A través del cristal de la ventana de mi cuarto puedo ver las ramas de un naranjo. Como ha llovido, las hojas verdes están cubiertas de gotas, gotas que brillan llamativamente. Las naranjas son grandes y redondas, y se mueven de un lado a otro a causa del viento. Parece que las hojas y las naranjas están haciendo un baile sincronizado. Más allá, hay un extenso prado verde. En el centro,  hay un pozo hecho de grandes piedras medio derruido y muy viejo. Mi abuelo siempre me advierte que no me acerque mucho. Al fondo, un muro  de piedra gris separa esta finca de la siguiente. Allí, hay una casa de pared naranja y tejas rojas. Tiene un bonito balcón blanco con varias plantas en unos tiestos marrones. En el jardín, se pueden divisar dos estatuas de piedra de un color gris perla: son un ciervo con un petirrojo a su lado. Los vecinos de enfrente suyo tienen la casa muy parecida, solo que la pared es de color ámbar y no tiene estatuas de ningún tipo. Entre estas dos casas pasa una carretera que ha sido asfaltada recientemente.  Oigo el canto de un petirrojo, unos pocos segundos, y luego no se oye más que el ruido de los coches. En la lejanía, se ve el perfil de una colina negra. Delante de ella, un aeropuerto. Muchas veces, desde la ventana, veo despegar a los aviones. Hoy hace mucho viento afuera, y esto me da la sensación de seguridad, aquí, en mi casa.

2 comentarios:

  1. Me acuerdo de este texto: una bonita descripción que hiciste cuando estabas en Quinto. Se lo he leído a los de este año y les ha gustado mucho.
    Saludos. Monse

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  2. Muchas gracias! Lo encontré rebuscando por viejos archivos. Siento no haber publicado nada en mucho tiempo, pero con todos los deberes y exámenes, casi no hay tiempo para otra cosa! :)

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